Momento en el que no tengo ojos apuntándome. Nadie me ve, nadie me oye ni huele, nadie sabe lo que hago, sólo yo y mi yo más interno; nadie sabe lo que quiero, sólo yo, yo y mi memoria.
Póngase cómodo. Disfrute la función. Cierre la puerta, abra la ventana y prenda una pequeña luz. Desabríguese, sino cuando salga se resfriará.
Aquí está protegido-
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